Carta de liberación del clan familiar

Nuestro camino vital y nuestro destino, en gran medida, está conducido por el inconsciente. El inconsciente es esa parte oculta de nuestra psique, de nuestro ser, y de la matriz que lo teje todo. Funciona como un programa de dimensiones inconmensurables, que capta toda la información existente, (tanto individual como colectiva), y que no entiende ni de tiempo, ni de espacio, ni sobre qué es real o qué es imaginado. Para el inconsciente lo real y lo imaginado es exactamente lo mismo. Como dijo Picasso: "Si lo puedes imaginar, es real". Por este motivo, son tan poderosas las meditaciones en forma de visualizaciones y los rituales para manifestar cambios en en el mundo físico.

El inconsciente también es conocido como la "sombra" que, por hacer una analogía, sería como un depósito o contenedor de experiencias, recuerdos, pensamientos y sentimientos. Una información que, aunque desconocida para nosotros, actúa constantemente y se proyecta hacia el exterior a modo de sintomatología. Por ejemplo, imaginemos una persona que es abusiva o violenta en sus relaciones, no entendemos por qué lo hace, sin embargo, en su inconsciente lleva un programa de violencia que sufrió en la niñez o en su árbol genealógico. Esa información, no sanada, se repetirá como un patrón fractal de generación en generación hasta que, finalmente, resulte visto, reconocido, atendido y transformado.

Freud y Jung fueron los grandes descubridores y pioneros sobre la importancia del inconsciente en nuestras vidas, también llamado "subconsciente" indistintamente en los últimos tiempos. Posteriormente, el legado más relevante y referente a la psicogenealogía y a las constelaciones familiares fueron, y siguen siendo, Jodorowsky y Bert Hellinger, respectivamente.

El clan familiar está presente en nuestro Ser y en toda la influencia que llevamos. No solo en nuestro ADN, sino en el campo cuántico, akáshico, mórfico o morfogenético de información que, aunque invisible a nuestros ojos,  está en todo lo que somos, lo que nos rodea, e impregna nuestra existencia.

Dentro de las disciplinas de la Psicogenealogía y de las Constelaciones Familiares, se aborda el impacto que tienen nuestros ancestros, y nuestro árbol genealógico, como influencia subyacente en lo que nos sucede en nuestras vidas; y que nos puede servir, como el mapa de un tesoro, para desvelar la forma de volver a restablecer el orden, la libertad interior y la plenitud.

En estos abordajes terapéuticos, sistémicos y fenomenológicos, se considera que existe un espíritu o alma que vela por la vuelta a la Unidad, la vuelta a Casa, el retorno al Amor, como consciencia unificada y primigenia, más allá de la dualidad y de los constructos y divisiones del ego. Por este motivo, es de vital importancia poner la mirada en algo que no es atendido a simple vista y liberarnos así de cargas, repeticiones o lealtades familiares que no nos pertenecen y nos impiden vivir de una forma ligera, genuina y libre.

Una lealtad familiar inconsciente, por poner un ejemplo concreto, sería el siguiente:

"Mamá, como tú no fuiste feliz en tu matrimonio y yo, inconscientemente, no he querido traicionarte pareciendo ser más que tú, me he ido auto saboteando y boicoteando la posibilidad de ser merecedora de una relación sana y abundante en el amor. Ahora, que hago consciente este hecho, me libero de esta creencia ciega y limitante y me hago cargo de mi destino. Gracias, mamá, por todo lo que me has dado, ahora sigo realmente mi camino."

Un ritual maravilloso para liberarse del clan familiar, no exento de formar parte de un camino más amplio, es el de redactar una carta dirigiéndola a tus padres, abuelos, bisabuelos, etc y, luego, quemarla en un hermoso y alquímico acto de transmutación con el fuego.

Te recomiendo que , para hacer este ejercicio, busques un momento y un lugar tranquilo, donde te puedas concentrar, tomarte tu tiempo, respirarlo y sentirlo. Pon una vela, algo de incienso, un bol de barro, o una olla donde poder quemar el papel. Escribe o copia de tu puño y letra la carta que comparto a continuación. De esta forma, va a tener más significado, ya que con cada palabra que escribas vas anclando una intención. Por supuesto, siéntete libre de añadir o quitar lo que desees. No te reprimas, canaliza, fluye, deja que emerja de ti todo lo que tenga que salir. Y si deseas copiarla tal cual está, según el modelo que adjunto, es perfecto también. El ritual es para ti y solo para ti.

Tus guías te acompañan.